En el cuerpo humano, tanto los procesos metabólicos como la exposición a factores ambientales como la radiación ultravioleta o la alimentación con alimentos de baja calidad ocasionan daño al ADN de tus células.
Existen estudios que prueban que tu cuerpo puede llegar a sufrir hasta 1 millón de este tipo de lesiones celulares cada día.
Muchas de estas lesiones ocasionan daño a la estructura del DNA dentro de las células y disminuyen su habilidad para transcribir la información genética a la hora de crear nuevas células.
Tu ADN y los radicales libres
Cada hebra de tu ADN tiene una cubierta protectora en cada uno de sus extremos llamada telómero, tal y como la protección de plástico que traen las cintas de los zapatos a cada lado.
Los telómeros sirven para proteger a las hebras de ADN y por lo tanto a tu información genética, pero cada vez que una célula se divide, el telómero se acorta.
Debido a tantas divisiones celulares, llega el momento en que el telómero queda “deshilachado” y la célula recibe la orden de dejar de reproducirse. A esto se le llama “envejecimiento”.
No podemos evitar (hasta ahora, cuando menos) que los telómero se acorten hasta quedar inservibles, pero lo que si podemos hacer es alargar su duración.
Uno de los factores que más dañan a los telómeros son los radicales libres, que son moléculas toxicas que producen estrés oxidativo.
Como ya dijimos, la excesiva radiación ultravioleta, el aire contaminado y los alimentos chatarra (al aceite en que se fríen estos alimentos produce grandes cantidades de estos radicales).
Para medir la cantidad de radicales libres en los alimentos se recurre a un procedimiento llamado “Capacidad de Absorción de Radicales de Oxigeno”, ORAC, por sus siglas en inglés.
Alimentos para combatir los radicales libres
Pues bien, y aunque parezca difícil de creer, en los primeros lugares de la lista de valores de ORAC se encuentran muchas hierbas que sirven como condimentos y especias.
Las hierbas y especias se encuentran, por lo tanto, entre los alimentos más sanos desde el punto de vista del combate al envejecimiento.
Además, tener altos valores de ORAC no es la única ventaja de los condimentos y especias. También tienen un alto contenido de vitaminas y minerales, y como concentran gran cantidad de estos nutrientes en poco tejido (es decir, tienen alta densidad nutricional) tienen un efecto termogénico: elevan tu ritmo metabólico.
Hierbas medicinales
También hay que tener en cuenta que son medicinales, lo cual no es sorpresa, porque en muchos países se han usado como remedio para muchas enfermedades desde hace siglos.
Cuando agregas una de estas especias a tus alimentos, estos aumentan su valor nutricional, porque las especias reducen o de plano eliminan los compuestos tóxicos que se generan durante los procesos de preparación y cocinado.
Un estudio que se publicó recientemente encontró que si se le agrega una mezcla de especias a la carne antes de cocinarla, se reduce la producción de malondialdeido (una sustancia toxica oxidante que se produce al cocinar alimentos) en un 71%.
La mezcla usada en este estudio que te menciono está hecha de canela, clavos, orégano, romero, jengibre, pimienta negra, paprika y polvo de ajo.
Lista de las especias y hierbas con más poder antioxidante
Cada una de estas hierbas tiene ciertas características particulares que las hacen diferentes de las demás, pero un estudio publicado en el Journal of Medicinal Foods entre el contenido de un antioxidante llamado fenol y su acción para detener ciertos procesos oxidativos.
Los efectos son tan notables, que de hecho se puede hablar aquí de que tienen propiedades que combaten a las enfermedades cardiovasculares y envejecimiento prematuro.
Según el estudio, las 10 hierbas y especias más potentes son:
1. Clavos
2. Canela
3. Pimienta de Jamaica
4. Mezcla de especias para pay de manzana
5. Orégano
6. Mezcla de especias para pastel de calabaza
7. Mejorana
8. Salvia
9. Tomillo
10. Mezcla de especias italianas gourmet
Las mezclas de especias que se mencionan en la lista ya se venden envasadas, se utilizan como ingrediente en la elaboración de ciertos alimentos, sobre todo ese tipo de pasteles, y son de uso tan frecuente en Estados Unidos que por eso se incluyeron en el estudio.
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